Extintores de Incendios
Los Extintores de Incendios son frecuentemente la primera línea de ataque que puede evitar que un conato de incendio se convierta en un incendio fuera de control. Su elección debe estar determinada por la clasificación del riesgo a cubrir, agente extintor, eficacia, cantidad de agente extintor, entorno y reglamento aplicable.
CLASIFICACIÓN DE FUEGOS:
La Norma UNE-2-1994/A1 2005 clasifica los fuegos en base a los materiales o sustancias presentes en el proceso. La elección de los Extintores de Incendio en base a esta clasificación es vital para afrontar un conato de incendio con el equipo adecuado; adicionalmente, hay otros riesgos que también deben ser tenidos en cuenta:


Fuegos Clase A:
Generalmente de naturaleza sólida y orgánica, cuya combustión normalmente favorece la generación de brasas.
Ejemplos: Madera, papel, cartón, plásticos, caucho, carbón etc.
Son muy comunes en viviendas por su contenido (muebles, cortinas, plásticos, etc.). Normalmente necesitan una temperatura de activación elevada para que el sólido emane los vapores necesarios para originar llama.

Fuegos Clase B:
Son los fuegos cuyo material combustible es de naturaleza líquida, o sólidos licuables.
Ejemplos: Gasolina, alcohol, pintura, alquitrán, parafina, grasa etc.
Son comunes en procesos industriales, pero también pueden estar presentes en infraestructuras residenciales o comerciales. En fase líquida, de estas sustancias emanan vapores que deben ser considerados. Los fuegos de Clase B tienen un punto de inflamación bajo, lo que significa que arden fácilmente en diferentes entornos si son expuestos a una fuente de ignición.

Fuegos Clase C:
El material combustible de los fuegos de Clase C se encuentra en estado gaseoso a temperatura ambiente.
Ejemplos: Butano, metano, hidrógeno, acetileno, etc.
Se utilizan habitualmente de un modo controlado tanto en procesos industriales como en las calderas y cocinas de las viviendas. En general, los fuegos de Clase C tienen un punto de inflamación muy bajo, por lo que una simple chispa de una descarga electrostática puede iniciar la reacción en cadena.

Fuegos Clase D:
Los fuegos de Clase D implican metales combustibles.
Ejemplos: Magnesio, sodio, potasio, etc. y otros metales en virutas muy finas o polvo como el aluminio.
Este tipo de combustibles se utilizan habitualmente en laboratorios y en procesos industriales. Algunos de los metales que están presentes en fuegos de Clase D explotan al entrar en contacto con el agua, por lo que requieren una gestión en materia de Protección Contra Incendios muy específica.

Fuegos Clase F:
El material combustible es de base vegetal o animal, principalmente aceites y grasas utilizadas para cocinar.
Ejemplos: Aceite de oliva, girasol, colza, manteca de cerdo etc.
Los fuegos de esta clase son técnicamente similares a los de Clase B, pero en la revisión de la norma en 2005 se creo la Clase F (K en NFPA) para clasificar independientemente los riesgos en la industria de la restauración.

Fuegos de Origen Eléctrico:
A diferencia de la normativa NFPA, la Norma UNE-2-1994/A1 2005 no clasifica los fuegos eléctricos bajo el argumento de que la electricidad puede ser el origen de un fuego, pero no su material combustible; sin embargo, es importante determinar si hay electricidad implicada en el entorno de un fuego para tomar las medidas más apropiadas en su control y extinción de forma segura.

Fuegos en Baterías de Litio:
El riesgo de fuego por fuga térmica en las baterías de litio tampoco está clasificado en la Norma UNE-2-1994/A1 2005, pero a pesar de la complejidad de este tipo de incendios, actualmente hay en el mercado productos específicamente certificados y marcados para la extinción de este tipo de fuegos.
AGENTES EXTINTORES:
Es el producto contenido dentro del recipiente que, gracias a sus propiedades físicas o químicas, se emplea para apagar el fuego. Existen diferentes agentes extintores, algunos de ellos polivalentes, por lo que es importante familiarizarse con los tipos de fuego que pueden ser afrontados con cada extintor por el espacio donde van a ser instalados, evitando su uso en riesgos para los que no son compatibles por su diseño y agente extintor.
A continuación resumimos de un modo general los Agentes Extintores más utilizados en el mercado de Extintores de Incendio; sin embargo, debido a la variedad de diseños, agentes y certificaciones que existentes, es esencial que revise el etiquetado de su extintor de incendios para verificar las clases de fuego en las que se pueden aplicar, así como sus instrucciones de uso:

Extintores de Incendio Hídricos con Aditivos:
También llamados de Agua, Espuma o Agua Pulverizada con Aditivos. Dependiendo del tipo de aditivos que contengan, pueden apagar fuegos de Clase A, B, y/o F, fuegos en Baterías de Litio, y algunos están certificados para su uso en fuegos eléctricos de baja tensión realizando su descarga a una distancia de seguridad.
Este agente extintor está empezando a ser más habitual que el Polvo Seco para Extintores de Incendios en espacios comerciales con riesgos en Clase A y B por no reducir la visibilidad durante su uso, y por ser su contenido más fácil de limpiar tras su descarga.
Extintores de Incendio de Polvo:
Es el más utilizado por su versatilidad y bajo coste en el tipo ABC también llamado Polivalente. Es un agente no tóxico, no abrasivo ni corrosivo; sin embargo, al estar compuesto por partículas de menos de 500 micras, son muy volátiles y puede producir problemas respiratorios o de visión en espacios reducidos. A pesar de no ser corrosivo, debido a su volatilidad y cierta capacidad de absorber humedad, cuando se es utilizado en espacios con componentes electrónicos, suelen causar problemas en estos a medio/largo plazo.
Los tres tipos de Polvo Extintor más frecuentemente utilizados son:
● ABC: Producido con base de Fosfato Monoamónico y tratado con aditivos. Como su propio nombre indica, válido para fuegos de Clase A, B y C.
● BC: Producido con base de Bicarbonato Sódico y tratado con aditivos. Válido para fuegos de Clase B y C.
● D: Producido con base de Cloruro Alcalino y tratado con aditivos. Válido para fuegos de Clase D.
Extintores de Incendio de Nieve Carbónica:
También llamados de CO2, Anhídrido Carbónico o Dióxido de Carbono. La mayor parte del CO2 almacenado a alta presión en el recipiente se encuentra en fase líquida y en condiciones de uso mientras se mantenga entre -20º y +60º C. Al ser descargado pasa a fase sólida en forma de pequeñas partículas de CO2 (nieve carbónica), que se transforma en gas muy rápidamente. Debidamente aplicado, en fase gas, tiene la capacidad de desplazar el O2 en el fuego (sofocándolo) ademas de enfriar la superficie con la que contacta.
Los extintores de incendio de CO2 son eficaces en fuegos de Clase B y Origen Eléctrico y tienen la ventaja de no dejar residuos. Se ha de tener en cuenta que pierden eficacia en espacios abiertos, debe utilizarse con precaución en espacios confinados, y aunque no dejan residuos y pueden ser muy convenientes para proteger equipos eléctricos, si estos son sensibles y costosos, pueden sufrir daños por pueden el choque térmico durante la descarga.
Extintores de Incendio de Agentes Limpios:
Los Extintores de Incendio de Agentes Limpios no son muy utilizados en Europa a pesar de que este tipo de agente extintor sí se utiliza frecuentemente en instalaciones de extinción de incendios fijas. Sus ventajas respecto a otros extintores de incendios son su elevada eficacia, almacenaje a baja presión, no dejan residuos, no son conductores de electricidad, no son corrosivos y no entrañan riesgo en espacios ocupados. Su eficacia se fundamente en la absorción de calor y en la ruptura de la reacción en cadena del fuego.
Actualmente el FK-5-1-12 es el agente limpio que más se comercializa en este tipo de extintores de incendios siendo válido para fuegos Clase A y B, pero principalmente utilizados para fuegos de Origen Eléctrico, siendo la mejor elección para proteger equipos electrónicos o de naturaleza sensible y coste alto. Es el agente extintor de mayor coste.
EFICACIA DE EXTINTORES DE INCENDIOS:
La Eficacia de un extintor de incendios es establecida por un laboratorio independiente realizando una serie de ensayos normalizados (UNE-EN3) con fuego real, a través de los cuales se acredita y certifica su capacidad de extinción.
Cada extintor de incendios normalizado debe estar marcado con un número que cuantifica la cantidad de combustible que es capaz de extinguir, y una letra que identifica la Clase de Fuego que puede combatir (ej. 27A 183B). Este valor puede ser más relevante que el peso o volumen del agente extintor, ya que existen extintores de incendio que con menor masa de agente extintor en su recipiente, ofrecen una mayor eficacia que otros. En otras palabras, con menor tamaño, peso y producto, son capaces de apagar más fuego.

CANTIDAD DE AGENTE EXTINTOR:
También llamada carga, se expresa en litros cuando el agente extintor es un líquido, y en Kg. cuando el agente es sólido (ej. polvo polivalente), o es un gas en fase líquida mientras permanece presurizado dentro de un recipiente (ej. CO2 y agentes limpios).
La cantidad de agente extintor ha de ser considerada durante la elección de extintores de incendio cuyo valor de Eficacia es ambiguo debido a ciertos condicionantes normativos y de ensayo. Como ejemplo, los extintores para fuegos de Clase F de 6 y 9 litros de un mismo fabricante, tienen generalmente la misma eficacia (75F) a pesar de que el de 9 litros tiene 3 litros más del mismo Agente Extintor que el de 6.
Hay espacios en los que puede ser conveniente aumentar el nivel de protección con mayor cantidad de agente extintor de los extintores de incendios asignados, independientemente del valor de Eficacia reglada.
NORMATIVA APLICABLE Y ENTORNO:
A pesar de que dos extintores puedan contener el mismo agente extintor y la misma cantidad, pueden ser diferentes a condición de su tipo de certificación, y diseño conforme al entorno y condiciones en las que han de permanecer operativos.
El extintor de incendios apropiado para una aplicación industrial, puede no serlo para un buque en el que se exige una certificación para aplicaciones marinas donde el entorno es más corrosivo, para una cámara hiperbárica donde estará expuesto a presiones por encima de 1.4 ATA, o para un espacio que contiene un escáner de resonancia magnética que no es compatible con objetos fabricados con materiales ferrosos por las interferencias que pueden causar.
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